Día 24: ¿Por Qué No Puedes Cambiar? 3 Razones (y Cómo Superarlas)

Mi madre siempre ha creído firmemente que la gente no puede cambiar. “La gente es como es”, suele decirme.

Yo, en cambio, creo lo opuesto. Creo que cualquiera puede transformarse si realmente se lo propone. Y lo digo porque lo he vivido en mi propia piel.

¿Tú qué piensas? ¿Crees que la gente puede cambiar, o que no?

Hoy quiero explorar por qué a veces parece tan difícil cambiar y qué podemos hacer para superar esos obstáculos. Si alguna vez te has sentido atrapado en un patrón del que no puedes salir, este blog es para ti.

Nunca superaré mi timidez...

Razón 1: El Entorno Soporta la Identidad

Tu entorno tiene un impacto enorme en quién eres y cómo te comportas.

Cuando todo a tu alrededor refuerza tus viejos patrones —las personas, los lugares, incluso los objetos de tu casa—, resulta muy difícil romper con el pasado.

Piensa en alguien que intenta dejar de fumar. Si sigue rodeado de amigos que fuman, frecuenta los mismos bares o mantiene los mismos rituales asociados al cigarrillo, el entorno lo empujará constantemente hacia su antigua identidad.

¿Qué puedes hacer? Si no puedes hacer un cambio drástico, como mudarte o cambiar de trabajo, intenta modificar pequeños aspectos de tu entorno:

• Cambia de ruta al caminar o conducir.

• Redecora un espacio de tu casa para que se sienta renovado.

• Rodéate de personas que compartan los hábitos que deseas adoptar.

Estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia al ayudarte a romper con patrones antiguos. 

Si recuerdas el episodio 18 conté las fases de la creación de un hábito, y cómo todo empieza con una señal en tu entorno… ya sea un olor, una persona, un objeto. Cambiar tu entorno te ayuda a evitar esas señales y por eso te ayuda a cambiar lo que haces.

Cambia tu entorno

Razón 2: Tus Creencias Limitantes te Definen

Como dijo Henry Ford: “Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, tienes razón”.

Nuestras creencias determinan cómo nos vemos a nosotros mismos y lo que pensamos que es posible. Si te dices constantemente “No soy bueno para esto” o “Nunca lo lograré”, estás creando una barrera que impide cualquier cambio.

Por ejemplo, si siempre te has dicho que no eres creativo, es poco probable que siquiera intentes explorar un hobby artístico o pensar creativamente en tu trabajo.

¿Qué puedes hacer para cambiar esto?

• Identifica tus creencias: Haz una lista de las frases que te dices a ti mismo. ¿Cuáles son negativas o limitantes? Cuando dices 'No soy creativo', ¿cuáles son tus razones para decirlo?. (Esas son las creencias que tienes).

• Cuestiona esas creencias: Pregúntate: ¿De dónde viene esta creencia? ¿Es realmente cierta? ¿Qué evidencia tengo para probar lo contrario?

• Reescribe tu narrativa: Sustituye esas creencias limitantes por afirmaciones positivas y empoderadoras. Por ejemplo, cambia “No soy creativo” por “Estoy explorando mi creatividad”.

Este ejercicio lo he contado en más de un episodio y es que es súper importante. Identificar tus creencias limitantes, es el primer paso para cambiarlas y en consecuencia cambiar tu vida.

Razón 3: Basar tu Identidad en el Pasado

Muchas veces, definimos quiénes somos basándonos en experiencias pasadas. Pero, ¿qué pasa si esas experiencias no reflejan quién podrías ser en el futuro?

Por ejemplo, si siempre te has considerado una persona tímida, es probable que sigas comportándote de forma reservada, reforzando esa identidad y perpetuando el ciclo.

O imagina que siempre te has considerado 'malo para los deportes'. Esa creencia, basada en una experiencia pasada, como un mal rendimiento en una clase de educación física o un comentario despectivo, puede hacer que evites cualquier actividad física… 

Pero, ¿qué pasaría si decidieras romper ese ciclo? Quizás empiezas uniéndote a una clase de yoga/ condicionamiento en el gimnasio o saliendo a correr 10 minutos al día. Esas pequeñas acciones comienzan a cambiar tu percepción de ti mismo, y poco a poco, pasas de 'no soy deportista' a 'soy alguien que puede ‘hacer deporte.

Imagen de Ultimate Performance.

Yo solías ser una persona muy tímida en el instituto. Ahora no tengo problemas en empezar una conversación con alguien, o en grabar un vídeo y subirlo a internet.

¿Qué puedes hacer para empezar este cambio?

• Visualiza quién quieres ser: Crea una imagen clara de tu futuro yo. ¿Cómo se comporta esa versión de ti mismo? ¿Qué decisiones toma? ¿Cómo se viste? incluso ¿Qué come?.

• Actúa como esa persona: Haz pequeños cambios diarios que estén alineados con esa identidad. Si quieres ser más sociable, empieza saludando a un vecino o participando en una conversación con un compañero de trabajo. Poco a poco ese nuevo comportamiento ser irá volviendo fácil y empezará a suceder de manera orgánica. En el episodio 17 lo explico muy claramente, necesitas frecuencia, paciencia y sistemas. Elige hablar con una persona nueva cada día, y comprométete a hacerlo.

• Celebra tus avances: Cada pequeño paso que des en dirección a tu nueva identidad refuerza la idea de que el cambio es posible. Aunque hayas decidido hablar con la cajera del supermercado y la conversación no haya ido muy bien… has iniciado la conversación así que es una victoria.

Reflexión Final

Cambiar no es fácil, pero tampoco es imposible. El entorno, las creencias y nuestra identidad pasada pueden ser barreras, pero también nos muestran claramente el camino hacia lo que debemos trabajar.

Piensa en quién quieres ser y empieza a actuar como esa persona, un pequeño paso a la vez.

Cambiar no sucede de la noche a la mañana, pero con constancia y compromiso, te sorprenderás de lo que puedes lograr.

Antes de terminar, pregúntate: ¿Cuál de estas tres barreras resuena más conmigo? 

¿Es mi entorno, mis creencias limitantes o mi identidad pasada lo que me está frenando? 

Identificar la barrera principal te ayudará a avanzar más rápido. 

Recuerda, cada paso cuenta.

¿Estás listo para demostrar que mi madre estaba equivocada? Porque yo sí lo estoy.

Nos vemos mañana en el próximo episodio.

Laura